Ingredientes:
1 huevo (a temperatura ambiente)
1 taza de aceite vegetal (puede ser de girasol o de oliva suave)
1 cucharada de vinagre o jugo de limón
1/2 cucharadita de sal
1/4 cucharadita de mostaza (opcional)
Preparación:
1. Asegúrate de que el huevo esté a temperatura ambiente, ya que esto ayuda a que la emulsión se forme correctamente.
2. Rompe el huevo y colócalo en el fondo del vaso de la licuadora. Si prefieres usar una batidora de mano, usa un vaso alto y estrecho.
3. Agrega la sal, el vinagre (o jugo de limón) y la mostaza, si la estás utilizando. Estos ingredientes le darán sabor y ayudarán en la emulsificación.
4. Vierte la taza de aceite vegetal en el vaso, asegurándote de cubrir completamente el huevo con el aceite.
5. Si usas una batidora de mano, colócala en el fondo del vaso y comienza a batir a velocidad baja. Sin mover la batidora, espera a que la mezcla en la parte inferior comience a emulsionar y a espesarse.
6. Una vez que la mezcla inferior esté emulsionada, comienza a mover la batidora lentamente hacia arriba mientras continúas batiendo. Esto permitirá que el aceite se incorpore gradualmente, formando una mayonesa espesa y suave.
7. Si la mayonesa está demasiado espesa, puedes añadir unas gotas de agua o más jugo de limón para aligerarla. Prueba la mayonesa y ajusta el nivel de sal o acidez según tu gusto.
8. Una vez que la mayonesa tenga la consistencia y sabor deseados, transfiérela a un frasco limpio con tapa y guárdala en el refrigerador. La mayonesa casera puede durar hasta una semana en la nevera.