Ingredientes:
2 tazas de harina de trigo
1 taza de agua tibia
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de azúcar
1 cucharadita de levadura seca
2 cucharadas de aceite de oliva (o cualquier otro aceite vegetal)
Preparación:
1. En un recipiente pequeño, mezcla el agua tibia, el azúcar y la levadura. Deja reposar durante unos 10 minutos hasta que se forme una espuma en la superficie.
2. En un bol grande, coloca la harina y la sal. Haz un hueco en el centro y añade la mezcla de levadura y el aceite de oliva.
3. Mezcla bien todos los ingredientes hasta formar una masa.
4. Traslada la masa a una superficie ligeramente enharinada y amasa durante unos 10 minutos hasta que la masa esté suave y elástica.
5. Si la masa está demasiado pegajosa, puedes añadir un poco más de harina, pero evita añadir en exceso para que no quede demasiado seca.
6. Forma una bola con la masa y colócala en un bol ligeramente aceitado. Cubre con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
7. Una vez que la masa haya levado, divídela en porciones iguales (pueden ser 4-6, dependiendo del tamaño que desees para los panes).
8. Forma bolas con cada porción y aplánalas ligeramente para darles forma de discos.
9. Calienta una sartén a fuego medio. No es necesario añadir aceite si la sartén es antiadherente, pero si prefieres, puedes agregar un poco de aceite para asegurar que los panes no se peguen.
10. Coloca los discos de masa en la sartén caliente y cocina durante unos 3-4 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y cocidos por dentro. Ajusta el tiempo según sea necesario, dependiendo del grosor de los panes.
11. Una vez cocidos, retira los panes de la sartén y déjalos enfriar ligeramente antes de servir. Puedes acompañarlos con mantequilla, mermelada, queso o cualquier otro acompañamiento de tu preferencia.