Rechazan las comodidades de la civilización moderna, prefiriendo vivir de la manera tradicional que lo hacían sus ancestros. Pocos están dispuestos a dejar su tierra natal por la vida en la ciudad.
Este pueblo reside en el duro clima desértico del norte del país. Muchos creen erróneamente que llevan un estilo de vida nómada, aunque esto no es del todo exacto. Se les describe mejor como un pueblo semi-nómada. Sus viviendas tradicionales son increíblemente simples. Se utilizan troncos de árbol delgados para construir una cabaña alta con forma de cono. La estructura se cubre con una mezcla de barro y estiércol. Una vez que esta capa se seca, la casa está lista para ser habitada.
Los niños pasan por la circuncisión antes de llegar a la pubertad, un rito de paso en su cultura. Una vez que un niño se casa, es considerado un hombre por la tribu, con todas las responsabilidades y privilegios que esto conlleva.
Los Himba no pasan hambre. Tienen vacas y cabras, que les proporcionan mucha leche fresca y fermentada. El queso cottage, la crema agria, el queso y la mantequilla son alimentos básicos para los Himba.
Si hay tierras cultivables cerca, cultivan maíz y mijo. También recolectan huevos de aves silvestres, hierbas comestibles y raíces, usando todo lo que encuentran para alimentarse. Del árbol mopane, recogen larvas de oruga, que son altamente nutritivas, conteniendo más del cincuenta por ciento de proteínas. Estas larvas se secan y se pueden almacenar durante mucho tiempo.
Las mujeres Himba podrían desear bañarse, pero el agua es extremadamente valiosa en su entorno. Históricamente, solo se permitía a los hombres lavarse con agua. Sin embargo, las mujeres han encontrado una alternativa.
Las mujeres realizan un ritual de limpieza tradicional usando humo de hierbas humeantes. Después de esto, frotan su piel con una mezcla de ocre, un componente aromático derivado de hojas de commiphora, y grasa animal. Esto no solo limpia, sino que también protege su piel de los factores ambientales severos, preservando su apariencia juvenil hasta la vejez.
A veces, especialmente las mujeres jóvenes, realizan este ritual de limpieza y embellecimiento dos veces al día. Contrario a lo que algunos podrían pensar, no están sucias. Muchos europeos, al ver por primera vez a las mujeres Himba con su piel suave bajo un tono rojizo y su cabello estilizado de maneras elaboradas y atractivas, las han declarado como algunas de las mujeres más bellas del mundo.