
Si buscas un postre sencillo, cremoso y lleno de sabor, este postre de leche es perfecto para ti. Con ingredientes básicos que seguramente tienes en casa, puedes crear una receta que encantará a toda la familia.
Es ideal para disfrutar en una tarde relajada o como un dulce final después de una buena comida. ¡Anímate a prepararlo y deleita a todos con su textura suave y su irresistible dulzura!
Cómo preparar Postre de leche
No dejes de preparar este delicioso postre, ¡te va a encantar su dulzura y suavidad! Vas a necesitar:
Ingredientes:
125 g de manteca.
1 taza de harina.
1 litro de leche.
3/4 de taza de azúcar.
Cobertura:
1 cucharada de maicena diluida en 200 ml de agua.
1/2 taza de azúcar.
1/2 taza de agua.
Un poco de maicena adicional (si es necesario para espesar).
Preparación:
1. Preparar la base del postre:
En una olla grande, derrite la manteca a fuego medio.
Añade la harina de a poco, revolviendo constantemente con una cuchara de madera o un batidor para evitar que se formen grumos.
Vierte la leche poco a poco, sin dejar de mezclar, hasta obtener una mezcla homogénea y suave.
Incorpora el azúcar y cocina a fuego medio, removiendo constantemente, hasta que la mezcla espese y tome una textura cremosa.
Retira del fuego y vierte la mezcla en un bol, recipiente amplio o recipientes individuales. Deja enfriar ligeramente.
2. Preparar la cobertura:
En una cacerola pequeña, mezcla la maicena disuelta en agua con el azúcar y la media taza de agua.
Cocina a fuego bajo, revolviendo constantemente, hasta que espese y obtenga una consistencia tipo jarabe.
Si deseas una textura más espesa, puedes añadir una pizca de maicena adicional disuelta en agua y seguir cocinando por unos minutos más.
3. Montar el postre:
Vierte la cobertura sobre la base de leche ya enfriada, asegurándote de distribuirla uniformemente.
Deja que el postre se enfríe completamente a temperatura ambiente o refrigéralo durante al menos 2 horas para que tome consistencia.
4. Servir y disfrutar:
Sirve en porciones individuales y, si deseas, decora con un poco de canela, ralladura de limón o nueces picadas.
Consejos para un postre perfecto:
1. Evita grumos: Al incorporar la harina y la leche, mezcla constantemente con un batidor de mano para garantizar una textura lisa y homogénea.
2. Controla el fuego: Cocina siempre a fuego medio-bajo para evitar que la base del postre se queme o se pegue al fondo de la olla.
3. Ajusta la dulzura: Si prefieres un postre menos dulce, reduce ligeramente la cantidad de azúcar en la base o la cobertura, según tu gusto.
4. Textura ideal: Si la mezcla o la cobertura quedan demasiado espesas, agrega pequeñas cantidades de leche o agua para ajustar la consistencia mientras sigues mezclando.